1. |
No eres tú
03:15
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Tú leías en el sofá,
yo te miraba respirar,
tú lo dijiste todo,
yo no lo supe plasmar.
Lo que no se ha dicho daba gritos,
está atrapado en tu suspiro.
“Desde aquí pueden verse grietas.”
“Déjalo, es hora de cenar.”
Ahora las palabras no sirven
no puede decirse más.
Somos prisioneros de aquello
que decimos al soñar.
Te revuelves sobre ti,
se ve todo tan bien desde donde estoy yo.
Puedo darte este momento a leer,
y convencerte de que es ficción:
“Tranquila esta no eres tú,
aquello nunca pasó.”
Y puede que al mentirte,
me sincere a tu favor.
Ahora las palabras no sirven
no puede decirse más.
Somos prisioneros de aquello
que decimos al soñar.
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2. |
La suposición
04:35
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Antes a ciegas,
ahora mirando cada arruga de nuestras voces.
Hablas muy rápido
y con gestos violentos que me impiden saber lo que haces.
Supongo que para ti es igual,
no sabes por dónde voy a saltar.
Creo que puedes
llamarme un día de estos, puedo aguantarte unas
horas.
Hablemos en
lenguas distintas, después todo se aclara.
La suposición no es la sangre,
el pasado no es la sangre
Cantarte a gritos
es una huida discreta en la que no vas a reparar
nunca.
Quedémonos
hablando de aquello que antes teníamos en medio,
y no se lo digamos a nadie,
por ahora disimulemos.
Queda la imagen
de un hombre solo y el sable roto en el suelo,
y la miramos
sin saber qué es, sólo que se está borrando.
Pero sé que no es mi sangre,
lo que supones no es mi sangre.
Pero puede ser un error incompleto,
que aún nos duele antes de acabar con esto
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3. |
Nana de la diadema
02:31
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Te pones la diadema
y te preparas para todo.
Yo trato de acordarme
de cuándo es esta foto.
Y disimulo con las manos y muchos giros,
que no se note que me acuerdo de mí mismo,
y que no veas cómo se aleja mi boca
de lo que yo digo, cómo se calla a estas horas.
Todo esto es familiar,
es como volver a una casa
que puedo recordar entera,
mientras te pones la diadema.
Cada habitación es un monumento al silencio.
Recibo visitas nunca deseadas.
Siempre encuentro algo que me recuerda a tu diadema.
Siempre pasa algo, y sólo queda la pena.
Siempre pasa algo…
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4. |
Tu larga mirada
01:30
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Queda por bautizar
tu larga mirada,
tu boca cerrada,
tu silencio al pasar.
Te puedo buscar
en la pena de otro,
donde que no quede nadie
que quiera hablar.
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Lullavy Barcelona, Spain
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